viernes, febrero 01, 2008

Nosotros en una cama de rosas

Tan cerca como para tocarte, sentir lo profundo de tu intimidad, tus debilidades y el suspiro de guerrera que me atrapa. Y te tenia en mis brazos, como todas mañanas, toda despeniada y con la piel marcada de esas sabanas que aveces osan tocar mi tesoro, mi todo. Como de costumbre no quise decirte todo lo que me venia a la mente cada vez que con mucho entusiasmo te observaba; delicada, hermosamente blanca te vestias para que mis ganas desbordaran el tiempo, mi razón y el pasado es pasado; necesito poseerte..
Beber lo que me ofreces con tanto gozo y pasión,
con las ganas del poeta enamorado...
Con la timidez de un niño asustado,
con tu boca en mi cuello y mis manos en tu pecho
tejido a mi talle, retratado por el foco mágico de mi exitación.

No hay comentarios.: